5 Situaciones beauty que se pueden convertir en una noche de terror

Se acerca Halloween y no hay duda de que la belleza también puede ser ¡un terror! Seguro que te pasaron alguna de estas situaciones beauty que terminaron complicándote la vida o se convirtieron en la anécdota graciosa que contar luego del susto.

Depilación fallida

Fuiste a una nueva depiladora contentístima y esperando quedar suave como la seda… sin embargo, la cera que utiliza te dio alergia y tenés picazón por todo el cuerpo. Lo mejor que podés hacer es utilizar compresas frías y un gel de aloe vera bien hidratante. En general estos granitos desaparecen entre 24 y 48 horas después de la depilación, pero si no desaparece consultá a un profesional.

Te teñiste en casa… algo más que el pelo

Teñirse en casa es algo bastante común, pero seguro que alguna vez terminaste tiñendo algo más que tu pelo: la ropa, los azulejos del baño, o decidiste no usar guantes porque no era necesario y terminaste teniendo las manos multicolor.

No importa, una va aprendiendo y al final no manchas absolutamente nada de tinta y tenés todos los trucos a la perfección. 

Ese granito estaba mejor antes

Te viste un granito horrible antes de una cita o de salir con tus amigas… y decidiste asesinarlo en esta noche de Halloween. Seguro ya sabés el resultado final, ¿no?

Apretarse los granitos generalmente empeora la situación, queda inflamado, y puede que contagies y te salgan más granitos. Lo ideal es mantener una buena limpieza, aplicar un tratamiento para granitos puntual (pueden ser parches o un producto específico) y cubrirlo bien con maquillaje si te molesta. ¡Te aseguro que nadie lo va a notar!

Contorno de ojos, pero no para mis ojos

Compraste ese contorno de ojos del que todo el mundo está hablando y cuando te lo colocas… ¡los ojos te empiezan a arder! 

Si bien muchos contornos de ojos tienen el rótulo de testeo oftalmológico, uno nunca sabe qué cosas le pueden dar irritación o alergia porque esos test no son 100% fiables. Enjuagate con abundante agua, comprobá que lo pusiste bien en el contorno y no tan cerca del ojo (porque el contorno “sube” y puede meterse en el ojo) y si no te funciona, regalalo a una amiga o a tu mamá a ver si a ellas sí les sirve.

¡Pero me puse protector solar!

Sí, pero… ¿te lo reaplicaste? 

Seguro fuiste a la playa, antes de salir te pusiste el protector solar por todo el cuerpo bien tranquila de que te estabas protegiendo de los rayos UV. Estuviste en la arena, te metiste en el agua, jugaste algún deporte con pelota… sudaste, te mojaste y cuando llegaste a casa te diste cuenta de que estabas insolada.

La realidad es que el protector solar debe reaplicarse, especialmente si sudamos o nos metemos en el agua (y sí, incluso aunque digan que son resistentes al agua o al sudor) para conseguir la protección adecuada.