Bad Bunny: te lo agradezco, pero ¡no!

Bad Bunny es un artista que siempre es trend. No es novedad que exploten las búsquedas del artista en las plataformas, entre canciones nuevas y su tour mundial, es lógico. 

Pero luego de verlo en la nueva campaña de Jacquemus, lo más consultado ha sido sobre su orientación sexual. ¿Les sorprende? Los invitamos a leer el artículo de Martín, que nos invita a reflexionar más allá de la ropa linda.

Ya de seguro viste esas fotos, las reposteaste en su momento y eliminaste la historia cuando te diste cuenta de que no estaban del todo bien. Es normal, somos humanxs y cometemos los mismos errores miles de veces. 

Pero, ¿por qué una simple campaña ha generado tanta ovación con opiniones desiguales?

No es la campaña, no es el diseñador y tampoco es Bad Bunny el responsable de esto. 

Es una gota de cada une y la opinión pública la que hace un combo perfecto para dar puntapié a esta nota que les traigo hoy. 

Todes sabemos que no es nada nuevo ni transgresor ponerse un par de prendas femeninas, ni pintarse las uñas, pero, ¿dónde está el ‘’porqué’’ que tanto nos toca la fibra de estos personajes? 

¿No está bien acaso que haga visible la estética Queer? ¡NO!

Para empezar, ser queer no es una estética, y este artista no nos representa como colectivo LGBTQI+.

Incluso en dicho photoshoot, cuatro de los cinco looks son muy familiares para el artista, con una mezcla de prendas comfy formales en bloque de colores sólidos vibrantes. Se lo ve de forma muy natural sin exagerar mucho las poses, pero todo cambia drásticamente cuando le toca lucir el conjunto que le da todo el sentido a la campaña, sus poses se convierten en una forma exagerada de la masculinidad.

Este es uno de los puntos principales que me llamó la atención, decanta como hasta el momento le es difícil salir de su zona de confort y muestra un lado de la masculinidad tóxica, esa en la que el hombre se tiene que mostrar fuerte, insensible y desafiante. Consolidando así moldes hegemónicos e hipermasculinizados.

Entonces, ¿por qué en lugar de mostrar lo queer que puede parecer (que ya vemos lo mal que puede salir) no se dedica a hacer colaboraciones con artistas de la disidencia, dándole así visibilidad al colectivo?

Dentro del mundo de la música ya tenemos cientos de artistas conocidos y miles por conocer que realmente militan y su arte está centrado en visibilizar las vivencias de las disidencias, como para celebrarle los chistes a artistas que sólo lo utilizan para limpiar su imagen y darle un giro, apuntando a un público más juvenil y deconstruido.

Y ahora, ¿seguís viendo de igual manera la campaña?