El amor de amigas ¿banca todo?

¡Qué vínculo el de la amistad! Y especialmente, el amor de amigas, ese vínculo tan especial del que siempre se mencionan las cosas lindas… pero barremos abajo de la alfombra las que no son tan bellas.

Porque si hay una cosa clara, es que el amor de amigas también puede ser tóxico. ¿Te pasó?

Todas hemos tenido una amistad tóxica. Esa amiga celosa que solo quiere que le prestes atención a ella, y se enoja o pone caras raras cuando descubre que tenés más amigas. O la que se inventó una competencia contigo de la que vos no sabías nada, en la que siempre se está comparando contigo a ver quién es más linda, tiene más pretendientes, gana más dinero o lo que sea.

Muchas veces asociamos los comportamientos tóxicos a las parejas, pero realmente cualquier relación puede ser dañina. ¿Por qué soportamos más las actitudes negativas de una amiga? La amistad debería ser algo que sume a nuestra vida. Claramente siempre que hay dos personas o más, puede haber problemas porque los seres humanos no somos perfectos, pero la forma en la que nos relacionamos, al final del día y aunque haya habido un problema, tiene que sumar. 

A veces no rompemos esa relación porque no sentimos que las actitudes negativas sean tan graves, aunque sí lo sean. A veces no rompemos la relación por dolor, especialmente cuando son amistades de mucho tiempo y las cosas cambiaron: guardamos la esperanza de que todo vuelva a ser como antes.

No es fácil, lo sé: pero el amor de amigas no banca todo. 

Cómo identificar una amistad tóxica

Si bien cada relación es un mundo, hay algunas generalidades que pueden levantar alertas:

  • La relación es unidireccional: tu amiga nunca te llama, te escribe o se preocupa por las cosas que te pasan ni comparte las cosas que te interesan.
  • Te critica TODO: Las críticas constructivas son necesarias en una amistad sana, pero no puede ser que todo lo que hagas le parezca mal o que critique por criticar. También puede bromear o hacer comentarios sobre cosas que sabe que te hacen sentir mal.
  • Te sugiere cosas que pueden ser dañinas para vos o incurre en prácticas que no son muy éticas, como criticar a otra amiga en común cuando no está presente.
  • Está siempre irritable, molesta, no es predecible, tiene actitudes que no compartes o hábitos perjudiciales que la transforman.
  • Te cela. Si tenés otros amigos, si salís con tu novio y no con ella, si te pusiste algo y estás más linda que ella…

Cómo salir de esa relación lo menos herida posible

Probablemente, y más si llevás mucho tiempo siendo su amiga, quieras hablar con esa persona y ver qué le sucede, contarle lo que te hace mal, etc. Tal vez así se puedan solucionar las cosas y está perfecto querer dar una segunda oportunidad.

Sin embargo, está bueno tener presente que la otra persona puede no querer cambiar. En ese caso, aunque sea muy duro, si te está haciendo daño lo mejor es cortar la relación. Capaz que no querés hacerlo como algo definitivo, pero siempre te podés tomar un tiempo, distanciarte de esa persona y analizar cómo te sentís sin ella.

En cambio, si realmente querés cortar el contacto, intentá poner límites claros y no responder a sus llamados. Y en caso de que creas que vale la pena seguir la relación, lo mejor es que también establezcas límites de qué cosas no vas a tolerar. Sé clara y directa.