Entrevistamos a Glorimar Primera, creadora de Onérique

Ya todos conocemos Onérique, marca de cosmética francesa gestada en Uruguay que nos enamora por todas sus aristas: desde el pack hasta la calidad del producto, y sobre todo por su filosofía de sustentabilidad.

Por eso queremos visibilizar a la mujer que lidera esta empresa y conocer cómo ha sido este recorrido para ella.

¿Cómo fue que creaste Onérique? ¿hace cuánto tiempo estas en este proyecto?
Onérique nace de una idea simple: una mujer es bella cuando se siente bien. Desde que
recuerdo soy una apasionada del skincare. Decidí crear Onérique cuando me di cuenta lo difícil
que me resultaba encontrar productos finos, sensoriales, de calidad premium y al mismo
tiempo fabricados con responsabilidad. Generalmente el lujo y la alta gama no son
compatibles con la sustentabilidad. No me sentía del todo bien consumiendo marcas con una
reputación y transparencia dudosa, ni tampoco marcas que se vendían como sustentables,
pero con empaques plásticos y envueltos en nylon, algo totalmente incoherente, así que
comencé a imaginar una marca donde no hubiese compromiso entre la efectividad, el
bienestar y el consumo responsable, me preguntaba ¿por qué elegir cuando podemos tenerlo
todo? Gracias a esta reflexión, hace 4 años me embarqué en la aventura de emprender en el
rubro cosmético, creando Onérique, una joven marca francesa, independiente y algo
soñadora, dedicada al cuidado de la piel.

¿Tu ímpetu emprendedor siempre estuvo ligado a la cosmética?
Aunque la cosmética y el cuidado personal estuvieron presentes de manera implícita, tuve
experiencias en otros rubros donde me obsesionaba con el logro de los objetivos que me
planteaba. Cuando me di que cuenta de que podía combinar mi fuerza emprendedora con mi
pasión, fue una revelación que me cambió completamente el concepto de trabajar.

¿Cómo fue el desafío de hacer una marca sustentable desde el comienzo?
En cada paso creativo hay que elegir socios que compartan la misma visión, por lo que el
desafío es continuo. Al mismo tiempo, es reconfortante saber que en muchos rubros el tema
de la sustentabilidad es importante, por lo que no nos sentimos solos. Por ejemplo, nuestros
ingredientes son, en su mayoría, de origen natural; nuestros envases de vidrio son producidos
con energía renovable; los estuches de cartón provienen de bosques manejados de forma
sostenible, y aunque parezcan pequeños detalles, representan un inmenso valor en nuestra
cadena de producción para lograr productos con una huella medioambiental controlada.
Representamos el nuevo lujo: productos que procuran una agradable experiencia, con un
impacto ambiental controlado.

¿Qué significa en tu vida el skincare y qué no puede faltar en tu rutina?
El skincare es necesario en mi vida diaria, me hace feliz. Me hace sentir bien, que me quiero,
que me cuido, que lo merezco, por lo que, más allá de ser mi negocio, también es una pasión.
A cada instante recuerdo nuestro pensamiento de marca: Una mujer es bella cuando se siente
bien . No puede faltar mi serum favorito en el mundo, Les Jolies Perles. Aplicármelo ¡me
empodera!

¿En qué te inspiras para crear?
Me inspiro en una mujer que idealizo.
Es una mujer que se expresa de forma directa, franca y simple. Viste con estilo sin estar
obsesionada con su imagen. Su look tiene una sencillez elegante, la sonrisa es su mejor
accesorio. Se interesa por las tendencias, aunque no siempre las sigue. Es responsable y
sensible al impacto de sus acciones. Sigue su propio camino; prefiere ser precursora en lugar
de seguidora, no necesita lucirse para sentirse completa. Lo extravagante no la deslumbra. Su
simplicidad y autenticidad son sus más bellos atributos.

¿Cómo definirías a Onérique para alguien que recién conoce la marca?
Somos una marca que promueve la simplicidad y el bienestar en las rutinas de skincare.
Pensamos que “menos es más”, y que no es necesario decenas de productos para el cuidado
de la piel, además, esto contribuye al consumo responsable. Ser una marca clean y a la vez
elegante, también nos destaca.

¿Qué enseñanzas compartirías de este viaje?
Disfrutar del camino sin pensar en llegar a una única meta. Las metas se van cumpliendo y
siempre habrá otras por cumplir, por lo que llegar a ellas no es el destino final. Las experiencias
son lo que más me aportan enseñanzas y disfrute. Cada etapa es diferente y enriquecedora.
Si algo he aprendido en este viaje es a ser perseverante.