Marzo: Mes de la endometriosis

La enfermedad silenciada

Este año se cumplen diez años de mi diagnóstico de endometriosis. Pero catorce desde que tuve los primeros síntomas. Y tuve suerte: el promedio de tiempo entre los primeros síntomas y el diagnóstico es de ocho años. 

Hay diferentes factores para que esto suceda: la endometriosis no suele detectarse en pruebas de rutina y además, tanto las mujeres como los médicos, tenemos muy interiorizado que menstruar duele. Por eso, la endometriosis es una enfermedad silenciada. 

Hoy, tras muchos años de vivirla, de charlar con ginecólogos y de investigar a fondo, te cuento un poco más de ella.

¿Qué es la endometriosis?

La endometriosis es una enfermedad crónica donde un tejido similar al tejido endometrial (es decir, ese que recubre tu útero y que mes a mes expulsas en tu menstruación) crece en otros lugares. Por otros lugares me refiero a trompas de Falopio, ovarios, el exterior del útero, la zona perianal, vejiga, intestinos, y hay casos de endometriosis en pulmones y hasta en el cerebro.

¿Qué pasa con este tejido? Mes a mes, tu ciclo hormonal está pensado para que, si no hay un óvulo implantado en el útero, deseches este tejido endometrial a través de la vagina, la tan querida menstruación. Lo mismo sucede con el tejido similar e implantado en otras zonas: se comporta como se comporta el endometrio, reaccionando a las hormonas. Pero este tejido no puede ser expulsado, provocando mucho dolor pélvico y creando cicatrices y quistes en las zonas de implantación.

Los síntomas más comunes incluyen dolores muy intensos durante la menstruación y al tener relaciones sexuales, sangrados abundantes y problemas de infertilidad. El dolor puede ser tan imposibilitante que genera cambios en el estilo de vida de las mujeres que lo padecen si no son diagnosticadas y tratadas. Si bien no tiene cura, hay tratamientos que permiten que puedas tener una vida normal: desde analgésicos hasta anticonceptivas, pasando también por una inducción de la menopausia, cirugía y otros tratamientos más agresivos.

¿Por qué es necesario un mes de concientización?

Se estima que entre un 10 y un 15% de las mujeres padecen endometriosis; sin embargo, los diagnósticos suelen ser tardíos por falta de información e investigación.

Esto sucede, en primer lugar, por una idea errónea de que menstruar es un hecho doloroso. Si bien es cierto que puede haber alguna menstruación un poco más molesta que otra, o que puede que sintamos dolor o sangrado abundante en algunos casos (especialmente si tenemos desregulaciones hormonales o estrés), la menstruación no debería ser imposibilitante como en el caso de la endometriosis. Pero es cierto que tanto en nuestra educación como por parte de los médicos, es muy común la respuesta “la menstruación duele”.

Por otro lado, hay poca investigación y respuestas poco claras a quienes reciben el diagnóstico: no se sabe cuál es la causa, y muchas veces los médicos no están actualizados y no prescriben un tratamiento que permita, al menos, controlar los síntomas. Incluso la medicación que se utiliza es problemática: los analgésicos opioides pueden ser adictivos y la menopausia inducida causa infinidad de problemas de salud. Tampoco hay un acompañamiento continuo, algo muy necesario en una enfermedad de este tipo.

Otro problema común es que muchas veces los síntomas que tienen las mujeres con endometriosis se confunden con los de otras enfermedades (Síndrome de Ovario Poliquístico, colon irritable, enfermedad de Crohn). Y además, ni siquiera hay un método de diagnóstico simple que confirme que es endometriosis ni su gravedad que no sea la cirugía.

Por último, existe la brecha de género: la medicina estudia muchísimo más el cuerpo de los hombres, cómo los afectan las enfermedades y también los médicos tienen un sesgo a la hora de comprender el dolor de hombres y de mujeres. A muchas mujeres se les dice que el dolor de menstruar es así, a muchas otras se nos trata de hipocondríacas o de que el dolor tiene un asidero psicológico (por ejemplo, miedo a ser madre).

Por todo esto, las pacientes con endometriosis seguimos exigiendo investigación, actualización y mejor tratamiento del dolor.