¿Me tengo que amar tal cual soy?

El movimiento body positive aportó muchísimo a la salud mental y la autoestima de muchas mujeres, pero hoy en día estamos siendo un poco más críticos con él. ¿Me tengo que amar como soy? ¿Está mal que quiera cambiar las cosas que no me gustan de mí? ¿Es tan importante sentirme linda?

Los orígenes

El movimiento body positive surgió en 1967, con una campaña en contra de la discriminación de las personas obesas y la lucha por sus derechos. Los activistas, tiempo después, empezaron a pedir respeto por todas la diversidad de cuerpos (por ejemplo, personas con discapacidad, con quemaduras, personas trans). 

El movimiento plantea que todos tenemos derecho a ser respetados independientemente de nuestro aspecto físico.

Y a partir de ahí, el body positive más moderno y que más vemos en las redes hoy en día tiene una tendencia más feminista, centrada en el ideal hegemónico de belleza de las mujeres, y en cómo derribar ese mito de que la única forma de belleza es ese ideal inalcanzable.

El body positive, entonces, pretende que te amigues con tu cuerpo, que lo quieras y lo veas bello tal cual es. Se plantea que al haber más representatividad de cuerpos entre las famosas, los medios y las redes sociales, las mujeres se van a sentir mejor con ellas mismas.

¿Y si no quiero gustarme?

Al movimiento body positive se le han criticado muchas cosas.

De un lado (bastante tonto, a decir verdad), están aquellos que dicen que este movimiento fomenta la obesidad y la falta de salud. Pedir respeto para todas las morfologías corporales y admitir que la belleza no solo está en el ideal hegemónico no implica decir que la única forma de ser feliz es teniendo obesidad, ni insulta a las personas naturalmente delgadas, y lógicamente no insta a tener hábitos poco saludables (además de que parte de la idea errada de que el peso es un indicador de salud).

Por otro lado, muchas mujeres se han planteado otras problemáticas respecto al movimiento: ¿Qué pasa si no me gusto tal cual soy? ¿Está mal que quiera mejorar algo de mí que no me gusta (con procedimientos estéticos, dieta, etc.)? ¿Es realmente importante sentirme linda? ¿Es algo lineal, que una vez que me veo linda me veré así siempre? Y muchas mujeres han sentido que han pasado de una opresión a otra: la opresión de encajar en el estándar inalcanzable por la opresión de tener que gustarte como sos.

Body neutrality

El body neutrality llega en medio de esta ola masiva de positividad para salvar a aquellas mujeres que se sienten incómodas con el discurso que les genera presión más que alivio.

Lo que promueve este movimiento es que lo importante es empezar a ver al cuerpo como algo neutro, que te permite estar vivo día a día y hacer las cosas que te gustan, y sacarle todo ese halo de importancia a la belleza y a que el cuerpo que tenés te tiene que gustar.

Se plantea como una percepción más integral del cuerpo, donde hay diferentes formas de verlo que van fluctuando a medida que pasa el tiempo. Así, saca la presión y el estrés que genera la positividad de amarte sí o sí.

Mi opinión

No creo que haya una forma mágica de encontrar el bienestar mental. Tenemos una carga cultural importante que nos dice que nuestro valor como mujeres radica en nuestra belleza, y si bien ahora parece que el estándar de belleza es más amplio, sigue existiendo y generando presión. Por eso, para mí hay algunos puntos básicos a tener en cuenta y luego elegir la estrategia que mejor se acomode a nosotras para vivir en nuestro cuerpo.

Estos puntos básicos son: 

No dejes que las personas te hagan comentarios irrespetuosos sobre tu aspecto físico; y vos misma no los hagas ni juzgues a otros por cómo se ven.

Elegí lo que querés ver: si un tipo de contenido en redes sociales te afecta, no tenés por qué consumirlo.

Si sentís que la relación con tu cuerpo está afectando tu salud mental, lo mejor que podés hacer es consultar a un profesional de la salud mental (psicólogo o psiquiatra) para que te pueda ayudar en este proceso.