Dignidad LGBT+ con Kevin Royk

Cada 28 de junio se celebra mundialmente el Día del Orgullo LGBT+ en conmemoración de los disturbios de Stonewall de 1969, para reafirmar el sentimiento de orgullo sobre las identidades, orientaciones sexuales y de género tradicionalmente marginadas, y para visibilizar su presencia en la sociedad además de los reclamos que cada colectivo LGBTQI+ tiene para con el resto de la sociedad y los gobiernos.

Desde un punto de vista lingüístico, el término “orgullo” se trata de la valoración hacia uno mismo o del amor propio que cada persona tiene de sí como merecedor de respeto o consideración. Esta definición transmite la idea de una dignidad característica que todo ser humano posee y que no debería verse afectada por salirse de la heteronormatividad, sea cual sea su sexo biológico, orientación sexoafectiva, identidad sexual, rol de género, ni ninguna otra causa. En este sentido, un concepto equivalente sería hablar de “dignidad LGBT”.

Por eso, hoy conversamos junto a Kevin Royk, un artista independiente, valiente, polifacético, que se caracteriza por su estilo e imagen travesti, masculino-femenino, referente del Glam-Pop. Una de las figuras más destacadas de la escena under del país, que desde Fórmula queríamos conocer.

¿Cómo definís a Kevin Royk?

Me defino como creativa, soñadora, creo en la magia y en el poder de la luz. Soy muy activa, me encanta crear. Soy artista, compositora y un sin fin de aventuras. Soy Kevin Royk, ladyboy, afrodescendiente, uruguaya, y amo la música. Tengo tantas maneras de presentarme… multifacético, andrógino, masculino femenino, ¡qué difícil es ser yo!

Tus canciones siempre están vinculadas a un mensaje optimista, y al destaque de uno mismo como el centro de todo. Nombrá a qué cosas le ponés más foco a la hora de montarte que te hagan sentir de esa forma.

¡Ser yo… qué difícil es ser yo! Creo que lo importante es mirarte y verte cómoda para llegar a un lugar sin tener que estar bajo presión de los ojos ajenos. Seguridad, entusiasmo, confianza. Son muchos ítems, por eso cada persona hace una construcción diferente de su propio género…

¿Qué es para vos la belleza?

Un estado, un reflejo de cómo me siento. La belleza completa nuestro lado artístico, didáctico y práctico. Nuestra creatividad completa nuestro día a dúa. Amplía la sabiduría, ancestralmente se han realizado muchos descubrimientos. Las personas buscamos embellecernos para en el espejo disfrutar de lo que logramos sobre nosotros mismos. El maquillarse es un ejercicio  lúdico de aprendizaje y más para las personas LGBTI+. El planeta nos regala elementos para embellecernos y cuidar nuestra piel… las plantas de aloe no pueden faltar en ningún hogar (…)

Tu personaje en escena brinda un show super completo. Hay música, baile, superficialidad y política… y los looks nunca pasan desapercibidos. ¿En qué o en quién te inspirás para crear cada arista?

Cada show es diferente. A lo largo de mi carrera llevo editados seis discos.

Glamazone en 2012 era un show muy colorido, alegre, donde todo era glamour y colores fluorescentes, y las letras, lo que dicen, es lo que te transporta…

Glamazone te llevaba al mega club nocturno gay, estilo yankee. Gogo dancers musculosos, tragos y música dance… con ese show me convertí en un referente diverso, fue con ese disco que inaugure el escenario artístico de la marcha por la diversidad sobre la Plaza Independencia, siendo el primer artista LGBT en presentar un show en vivo en esa plaza, con lo que representa.

A los dos meses de esa fecha, presenté un show en la marcha de Buenos Aires ante más de 100.000 personas y al año siguiente, llevamos ese show a Sao Paulo, a la marcha gay más grande del mundo, ¡tres millones de personas! Una experiencia que no olvido.

Pero para mí eso era el comienzo… en los siguientes años, los shows se volcaron más al estilo urbano penetrando en el hip hop de vieja y nueva escuela. “Rap travesti en vivo” es el subtítulo del show Afronautas Tour, que lleva 5 temporadas.

Para mí es un logro poder expresarme y que mi comunidad entienda y se refleje con mis sentimientos. Me di el lujo de armar un show con sonidos tropicales “K-BOOM Tour”, metiéndome en un ambiente que es super machista, homofóbico y transfóbico. La cumbia y el reggaeton son géneros donde aún se sigue cosificando y sectoriza nuestra sociedad. 

¿Cómo ha sido tu vínculo con el maquillaje? ¿En que momento de tu camino se cruzó esta herramienta contigo?

Desde el día cero porque desde pequeño jugaba con los maquillajes de mi madre. Salí desde los dos años en Carnaval, y la purpurina fue mi primer maquillaje autorizado.

En el teatro, las fotos, eventos, siempre con un neceser con mi maquillaje. La canción “Te voy a enseñar” tiene un coro muy pegadizo que dice: “Al tocador, retocando maquillaje sin parar…” Una ladyboy como yo nunca puede estar sin maquillaje. En los últimos doce años de mi vida se fue una gran inversión en eso, mi hair makeup es muy variado, camaleónico, versátil, polifacético. 

Desde tu lugar, veo que constantemente buscás reivindicar una cultura tolerante y diversa. Imagino que debe haber sido difícil (aunque valiente) la decisión de tomar cierta exposición en tu vida y animarte a mostrarte como sos genuinamente, sin tapujos. ¿De dónde sale la fuerza para llevar adelante esta lucha?

La fuerza me la da mi gente. Esos momentos que me brindan me dan la energía suficiente para vivir feliz. Tengo ansiedad y preocupaciones, pero mi arte es sanador y muy liberador.

En 2016 la Marcha del Orgullo de Argentina me volvió a convocar y ahí fue cuando sentí que realmente estaba convirtiéndome en un artista polémico,  porque trasciendo las barreras y logro posicionarme dentro de la cultura viva.

En algunos canales de TV se ríen de mis looks, pero me pasan en pantalla porque mis apariciones levantan el rating.

En Bendita TV siempre pasaban resúmenes semanales con apariciones mías, pero demostraron ser empáticos invitándome a cantar en vivo en el programa. En Santo y Seña hice pico de rating y repitieron el programa en diciembre de 2018. Lo travesti, lo LGBT sigue siendo un descubrimiento para muchos.

Soy una artista y tengo mucho para dar, por eso siento que puedo exigir por mi trabajo y darme el reconocimiento que sea necesario.

Hace poco salió una nota donde me reconozco como la única artista diversa en tener la valentía de hacer shows en 18 de julio, la IM y explanada de la UDELAR… no cualquier ciudadano puede parar todo y ponerse a cantar. Y eso para mí es la diversidad: el logro de todos, la lucha que viene desde hace décadas abriendo camino para que esto suceda, y sucede. Hacemos real todo esto, porque nos lo merecemos, todos tenemos derecho a cumplir nuestros sueños y trascender como, artistas, profesionales o cual sea nuestro emprendimiento.

Reinventarse es imprescindible en tiempos de pandemia, ya me puse a vender tapabocas y remeras con los diseños de mis discos, todo es creatividad y activismo. Usar una remera con mi foto por la calle con los colores de la bandera está buenísimo, no es necesario ser fan, es apoyar un cambio real y palpable. Ver que cualquier chico gay (o no) puede usar mi música para sus historias de Instagram o Facebook, y ver que se generan interacciones ¡me alegra tanto!

En 2019 hice una gira anual por argentina, y de pronto el mundo se paralizó y el público desapareció… pero aún así, ahí esta la gente en el mes del orgullo, con fuerza, dándonos ánimos a los artistas que seguimos sin poder trabajar… ya va un año y medio. Es difícil.